De aplicar políticas tecnológicas en una de las mayores empresas tecnológicas estadounidenses a luchar contra el fraude de identidad en iProov; el joven canadiense que leía TechCrunch todas las noches se sienta ahora a la mesa de la Alianza FIDO. Anthony Lam, Jefe de Producto de Biometría en iProov, siempre ha sido un apasionado de la política tecnológica y está llevando esa pasión a iProov. Anthony representa ahora a la verificación facial basada en la nube y trabaja con los líderes del sector de la identidad: FIDO Alliance. 

¿Cómo describiría su viaje a iProov?

Siempre he sido un friki de la tecnología. Solía leer los últimos blogs de tecnología y TechCrunch fue mi sitio web más visitado en un año. Durante la universidad, surgió un puesto increíble en el equipo de política de una gran empresa tecnológica estadounidense. Presenté mi candidatura, me aceptaron y me enamoré por completo del mundo de la política tecnológica. Me di cuenta de que la política tecnológica siempre iba por detrás de la tecnología. La tecnología siempre es lo primero, pero la política tecnológica se preocupa por las personas. La política tecnológica es la que regula y dice, no, no puedes hacer esto a los ciudadanos, no puedes coger todos sus datos y venderlos. La política tecnológica aporta ética a la innovación. A los pocos meses de empezar a trabajar me di cuenta de que no sabía nada de tecnología, pero quería desempeñar un papel tecnológico. Cuando me fijé en las funciones disponibles para alguien sin formación tecnológica, Product me pareció que encajaba perfectamente. Era una especie de punto intermedio entre lo comercial, lo técnico y lo político.

Me trasladé de Canadá a Londres durante el Brexit, así que estaba acostumbrado a trabajar en la política de la UE y estaba bastante familiarizado con el mundo de la UE. Cuando se produjo el Brexit, el Reino Unido tuvo la oportunidad de redefinir muchas de sus condiciones, renegociar algunos de sus contratos y su cartera digital. Me di cuenta de que la ciberseguridad, y la biometría en concreto, era un espacio muy poco regulado. Esto me entusiasmó y quise participar. Así que empecé a escribir sobre ciberseguridad y fue entonces cuando conocí iProov.

¿Qué le atrajo de iProov?

Durante el Brexit se produjeron muchos cambios en la legislación tecnológica y la seguridad en Internet. Luego, cuando la pandemia de coronavirus golpeó en marzo de 2020, muchas empresas también se estaban trasladando a distancia y el concepto de fraude de identidad estaba cobrando fuerza. Como ya he mencionado, me encanta leer sobre ciberseguridad y me topé con una entrevista en vídeo en Startup London, donde entrevistaban al CEO de iProov y me enamoré de su pasión por hacer de Internet un lugar más seguro. Así que busqué en Google puestos en iProov y vi que se había abierto una vacante de director de producto, y me dije: ¡oh, claro que sí!

Ha pasado casi un año desde que me incorporé al equipo de Producto de iProov y estoy en una empresa en la que está pasando de todo. Somos líderes en un espacio del que la gente no sabe mucho. Tenemos la oportunidad de educar e informar a la gente. Desde el punto de vista de la política, tenemos que establecer cómo debe ser esa protección. Protegemos a la gente contra el fraude y la piratería. La misión de iProov es hacer de Internet un lugar más seguro. Estamos muy motivados por esa misión y nuestro trabajo con FIDO se deriva de ella.

Háblenos un poco de su trabajo con FIDO Alliance.

FIDO Alliance es una asociación del sector centrada en las normas de autenticación y en ayudar a reducir la excesiva dependencia mundial de las contraseñas. Son líderes en el ámbito de la identidad. Nos unimos a FIDO Alliance para ayudar a impulsar algunas de las normas que estaban tratando de modernizar en torno a la biometría, concretamente la verificación facial, en la que somos líderes. 

Contamos con casi una década de experiencia a nuestras espaldas en la lucha contra el fraude de identidad mediante la verificación del rostro por imágenes. Trabajamos con algunas de las organizaciones más exigentes del mundo: el gobierno australiano, el Ministerio del Interior británico, el NHS, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense y los gobiernos de Singapur y Estonia. Esa experiencia está resultando útil en nuestro trabajo con FIDO. 

¿Cómo colabora iProov con FIDO Alliance en el establecimiento de normas en el sector, en concreto la verificación facial?

Al incorporarnos, asumimos una posición de liderazgo en su grupo de trabajo dedicado a la verificación facial, que es un subgrupo del grupo de trabajo general sobre identidad y verificación. Una de las ventajas de ser una empresa que fabrica productos de verificación facial es que trabajamos con las últimas tecnologías. Así que no sólo utilizamos los últimos modelos y las últimas capacidades de aprendizaje automático, sino que también identificamos los últimos vectores de ataque que los piratas informáticos de todo el mundo utilizan para vulnerar los sistemas de verificación. Así que aportamos esta experiencia cuando ayudamos a crear normas. Nos centramos en asegurarnos de que estas normas sean modernas y tengan en cuenta las cosas que serán fundamentales mañana o en el futuro.

Hablando del futuro de la política de biometría facial, ¿qué le entusiasma del futuro de iProov?

Al principio mencioné que estoy en el punto dulce de la empresa, lo que también conlleva un acuerdo de confidencialidad muy grande.

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