Fraude en cuentas nuevas

El fraude de cuenta nueva (NAF) se produce cuando un defraudador crea una cuenta para acceder a bienes o servicios de forma fraudulenta con el fin de cometer un delito, robar dinero, blanquearlo u obtener acceso a servicios a los que no podría acceder legítimamente utilizando su propia identidad.

El fraude de cuentas nuevas puede llevarse a cabo de diferentes maneras. En primer lugar, un delincuente podría robar la identidad de otra persona para crear nuevas cuentas, por ejemplo, solicitando una tarjeta de crédito o prestaciones públicas. La información suele proceder de filtraciones de datos o de técnicas de ingeniería social (como el phishing, en el que las personas revelan información sin darse cuenta, a menudo por manipulación psicológica).

Alternativamente, los delincuentes pueden crear identidades sintéticas para ataques más complejos de fraude de cuentas nuevas. En este caso, el delincuente combina varios elementos para crear una persona falsa: algunos datos pueden estar relacionados con una persona real, pero otros serán inventados, aleatorios o robados a otras personas para abrir una cuenta nueva.

La verificación facial biométrica evita el fraude en las cuentas nuevas porque pide a la persona que abre la cuenta que escanee su cara durante la inscripción, que luego puede compararse con la foto de un documento de identidad emitido por el gobierno que también proporciona. De este modo se evita la usurpación de identidad y el fraude de identidad sintética, ya que el rostro físico no coincidiría con el documento de identidad.

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