Lucha contra el blanqueo de capitales
El blanqueo de capitales es una actividad ilegal llevada a cabo por delincuentes que quieren hacer que grandes cantidades de dinero mal habido parezcan proceder de una fuente legítima. El dinero "sucio" procedente de la actividad delictiva se dirige a través de cuentas bancarias personales o empresariales u otros canales para "blanquearlo" y que parezca limpio.
A menudo se considera erróneamente que el blanqueo de capitales es un delito sin víctimas, pero en realidad suele utilizarse para financiar el terrorismo y otras actividades que afectan a la seguridad y la estabilidad mundiales.
La lucha contra el blanqueo de capitales, o AML, es el intento de identificar y prevenir esta actividad mediante leyes, políticas y otros medios.
Por ejemplo, las Directivas de la UE contra el blanqueo de capitales establecen pasos detallados que los bancos y otras organizaciones deben seguir para identificar y prevenir el blanqueo de capitales. Estos pasos incluyen la actividad "Conozca a su cliente", o CSC, que verifica la identidad de un cliente en el momento de la inscripción y, a continuación, supervisa la actividad financiera en curso para informar de comportamientos sospechosos.
Las organizaciones reguladas pueden utilizar la verificación facial biométrica durante la inscripción de clientes en línea para verificar la identidad del usuario y ayudar a garantizar el cumplimiento de la normativa CSC y otras normativas ALD.
La verificación biométrica facial permite cotejar la identidad de un documento expedido por el gobierno con el escaneado de un rostro físico, al tiempo que detecta la vitalidad de ese rostro. iProov también va un paso más allá y garantiza que la interacción se produce en tiempo real. Esto evita el fraude de identidad sintética y el fraude de cuenta nueva, que pueden utilizarse para crear una cuenta que luego se utiliza para blanquear dinero.
La autenticación biométrica facial también puede utilizarse cuando un cliente existente inicia sesión en su cuenta, lo que impide que los delincuentes se apoderen de la cuenta de una persona legítima y la utilicen con fines de blanqueo de dinero.