1 de mayo de 2024

 Una nueva encuesta muestra que los estadounidenses necesitan la privacidad de los datos y la comodidad del usuario para adoptar plenamente la transformación digital.

Cuatro de cada cinco (79%) estadounidenses creen que debe haber una solución más segura que las contraseñas para acceder a sitios importantes como la banca y los servicios gubernamentales. La biometría facial se ha convertido en la opción favorita para sustituir a las contraseñas, y siete de cada diez estadounidenses afirman que es probable que la utilicen para verificar su identidad en entidades financieras y sitios web de la Administración, siempre que se den garantías claras de cómo se utilizan y almacenan sus datos. Así se desprende de una nueva encuesta independiente realizada a 2.000 consumidores estadounidenses y publicada hoy por iProov, proveedor líder de soluciones de identidad biométrica basadas en la ciencia.

A medida que se prestan en línea más servicios de alto valor para el consumidor, aumenta la preocupación de los estadounidenses por la seguridad de la forma en que acceden a estos servicios. Siete de cada diez (70%) estadounidenses ya no confían en las contraseñas para verificar su identidad en línea y creen que se necesita una solución más fiable. Estos temores son fundados y tienen implicaciones costosas: según datos del FBI, su Centro de Denuncias de Delitos en Internet registró un número récord de quejas de consumidores en 2023, con pérdidas potenciales que superan los 12.500 millones de dólares. La encuesta iProov Biometric Pulse pretendía comprender mejor las cambiantes percepciones de los estadounidenses sobre cómo verificar de forma segura la identidad de una persona en línea y su nivel de comodidad con los métodos de autenticación sin contraseña, como la verificación facial biométrica.

Aunque los estadounidenses están ansiosos por adoptar las comodidades de la transformación digital en su vida cotidiana, las prácticas de seguridad actuales se están quedando cortas y están dando lugar a niveles masivos de fraude, lo que genera desconfianza entre los consumidores y grandes pérdidas financieras para bancos, minoristas y organismos gubernamentales. Si las organizaciones no pueden ofrecer servicios en línea seguros, las pérdidas financieras y de reputación reducirán la competitividad de las empresas comerciales y limitarán la accesibilidad equitativa de los servicios gubernamentales.

"La biometría facial es única en su capacidad de proporcionar niveles iguales de seguridad y comodidad para el usuario, frustrando a los posibles defraudadores y deleitando a los usuarios autorizados. A diferencia de muchas tecnologías de seguridad, la biometría facial puede utilizarse a lo largo de todo el ciclo de vida del usuario, desde la incorporación remota inicial hasta la autenticación a intervalos apropiados", afirma Ajay Amlani, vicepresidente senior y responsable para América de iProov. "Ha llegado el momento de que las empresas gubernamentales y comerciales ofrezcan a sus usuarios una solución moderna, sin contraseñas, que proporcione cómodamente altos niveles de seguridad combinados con la garantía de la privacidad personal."

Los estadounidenses, receptivos a la tecnología biométrica facial en la vida cotidiana

Los estadounidenses reconocen la practicidad y seguridad de emplear la tecnología biométrica facial en las tareas cotidianas. Dos tercios (67%) de los encuestados afirmaron que utilizarían la biometría facial en centros de transporte como aeropuertos y estaciones de tren, mientras que tres de cada cinco (61%) estarían dispuestos a utilizar la biometría facial en tiendas y sitios web de comercio electrónico. Más de dos tercios (70%) de los estadounidenses afirmaron que sería muy cómodo utilizar un documento de identidad digital del gobierno, como un permiso de conducir móvil (mDL), para verificar la identidad.

Los peligros de la IA generativa y los deepfakes

La IA generativa se perfila como una amenaza significativa para los sistemas de verificación de identidad a distancia y abre la puerta a una nueva clase de ataques sofisticados. Puede utilizarse para crear deepfakes (imágenes, vídeos o grabaciones de audio sintéticas) de gran realismo para hacerse pasar por personas legítimas, eludir los sistemas de verificación de identidad a distancia o engañar a los empleados para que divulguen información confidencial.

Resulta preocupante que la mitad de los estadounidenses (47%) afirme que no tendría ningún problema en distinguir una imagen deepfake de una imagen de usuario real, mientras que más de la mitad (53%) reconoce tener dificultades para hacerlo. La cruda realidad es que la calidad de los deepfakes actuales hace prácticamente imposible distinguir entre contenidos auténticos e inventados sin herramientas y sistemas de vigilancia sofisticados. Esto deja a las personas y a las organizaciones en una situación de vulnerabilidad frente al robo de identidades, el fraude y los esquemas de ingeniería social selectiva.

Personalidad

A medida que aumenta la preocupación por la privacidad en la era digital, los estadounidenses se muestran cada vez más vigilantes a la hora de salvaguardar su información personal en Internet. Una abrumadora mayoría (78%) se muestra reacia a compartir información personal en línea por cuestiones de privacidad. Sin embargo, lo reconsiderarían si se les dieran garantías sobre cómo se utilizan y almacenan sus datos.

Un pase difícil para las contraseñas

La fatiga de contraseñas también está pasando factura: siete de cada diez (70%) estadounidenses han tenido que restablecer una contraseña para acceder a un servicio en línea al menos una vez en los últimos seis meses, encontrándose a menudo con un proceso difícil y largo.

Metodología

iProov trabajó con una empresa de investigación de mercado externa para encuestar a 2000 adultos estadounidenses mayores de 18 años con el fin de conocer sus impresiones y su nivel de comodidad con la verificación facial biométrica. Esta encuesta se realizó en línea entre el 28 de febrero y el 3 de marzo de 2024.

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